Ayer Chris Halbard, presidente de DXC EMEA, hizo un Town Hall para explicarnos que consideran que se deben congelar los presupuestos de incrementos salariales (incrementos a discreción y subjetivos) y que la empresa debe entrar en un ‘plan de optimización de costes’. El directivo quiere ‘ahorrar’ 500 millones de €.

Estamos un tanto sorprendidos ya que no sabemos cómo contrastar los mensajes positivos del CEO de Iberia Juan Parra, récord de facturación, expansión en grandes clientes, crecimiento general, excelentes valoraciones de clientes… con este giro dramático de ‘pues al final vamos mal y hay que apretarse el cinturón’. La realidad es que la empresa no va mal: Halbard explicó que lo que buscaban era ser ‘una gran compañía’, no una ‘buena compañía’ (obtener más beneficios).

Cualquiera podría llegar a pensar que en un contexto de inflación, nuestros directivos están más interesados en repercutir esa diferencia generando un incremento del margen a costa de su plantilla. Una plantilla que está sufriendo en carne propia esa misma inflación general de la UE y a nivel particular en España, un +10,5% IPC interanual. Como aspecto a resaltar dentro del habitual blabla, quedémonos con este punto_

  • Staff optimization including increasing productivity and offshoring

Es decir, la habitual ‘innovación’ de querer más beneficios (y bonus asociado para esos directivos) a base de políticas de deslocalización que suelen ir paralelas a despidos.

Cuando unos directivos alejados de la plantilla piensan sólo en cómo apretar la naranja para que saque más zumo, están tomando un camino muy equivocado en términos de funcionamiento de la propia empresa, ya que da la casualidad que está formada por personas y familias. Y cuando se anuncian eufemismos como ‘optimizar’ a menudo se traduce en medidas contra esas personas.

La pregunta

En el turno de palabras, un compañero de otro país realizó la siguiente pregunta: ¿Cómo vamos a estar comprometidos con la empresa si no nos suben el sueldo? . Y la respuesta fue que ‘el sueldo no es lo único importante, hay otras cosas’. Le faltó hacer mención al ‘salario emocional’ y demás retórica new age o sacada de libro de coaching vacío. En un contexto de alta inflación, que estamos notando todas las familias en Europa, respuestas de este tipo de frivolidad son muy preocupantes porque demuestran un absoluto desconocimiento o que les da exactamente igual.

Estaremos atentos/as a los acontecimientos pero recomendamos mucha calma a quienes tomen decisiones, según sean así serán los debates de la plantilla.