Compañeros/as,

Como consecuencia de la petición de negociación que realizamos desde CGT, el próximo martes 10 de noviembre tendrá lugar una teleconferencia con la empresa relativo a políticas de teletrabajo.

Os tenemos que decir que no nos llegan buenas sensaciones de esa reunión.

Parece que la empresa cree que no está obligada a abonar los costes del teletrabajo, que ‘no encuentra’ que tenga que hacer eso. Nos tememos, y esperamos equivocarnos, que dicha reunión será sólo una información de lo que pretenda hacer la empresa, un ‘estudio’ que ‘se irá haciendo’, que ‘ya nos informará’… como si los representantes de los trabajadores fuéramos una especie de invitados de piedra en las condiciones laborales de la plantilla.

Así que vamos a explicar un poco cómo estamos:

  • Las empresas tienen que hacerse cargo de los costes del teletrabajo. Otra cosa es que no estén tasados y se tengan que acordar con las secciones sindicales vía negociación. Y si no lo encuentran, que se repasen la Disposición transitoria Tercera del RD 28/2020 relativa al teletrabajo obligatorio por COVID19.
  • Los y las trabajadoras estamos dedicando un espacio de trabajo en nuestras casas, abonando los costes energéticos, las sillas compradas antes de acordar el reparto de las existentes, los costes de telefonía, los de calefacción en invierno y aire acondicionado en verano desde hace ya 9 meses.

    Para la empresa es un chollazo. De repente, todo gratis. Damos por descontado que han renegociado los contratos de alquiler en los diferentes centros de trabajo, aparte del ahorro derivado de los costes variables energéticos en ellos o viajes no realizados. Y ahora ¿qué? ¿Que lo pague la plantilla? Si quieren les enviamos un jamón también cada uno.

Hasta ahora ha habido un relativo buen entendimiento, con paciencia por ambas partes ante las dificultades existentes. Incluso con cierta empatía para sortear obstáculos como la recogida de material que no era propiedad de DXC como las sillas ergonómicas. Y lo hemos valorado positivamente, sin problema.

Pero sería interesante no confundir tratar con razonabilidad lo que es razonable con creer que se puede pasar a un sistema de ‘yo os digo y vosotros acatáis’. También sería un error creer que las justas reivindicaciones de los trabajadores están limitadas por aquello a lo que esté obligada explícitamente una empresa. Y si no lo está, ancha es Castilla. Friendly reminder que además de las disputas legales, están las sindicales.

Esperamos que no nos confundamos y sigamos en el camino de la negociación abierta, justa y con disponibilidad de acuerdo. Lo que no vamos a permitir es que los y las trabajadoras carguemos con los costes asociados por hacer entrar la oficina en nuestras casas. Seguiremos informando.